Me preguntas porqué escribo aun mis cuentos a lápiz. Te lo voy a explicar, aunque probablemente no me creas: Lo hago porque dentro, en su corazón de grafito, habitan, apiñados, los fantasmas de los personajes que algún día inventaré. Y si acerco bien la oreja puedo oírlos pelear entre ellos por estar en primera posición, cerca de la punta de carbón. Algunos incluso me hablan, me cuentan su historia antes de que yo la invente. Tengo a algunos de ellos encerrados bajo llave en una cajita de madera, allí en lo más alto de la estantería. A veces los escucho agitarse, quejumbrosos, dentro de su prisión. Si te atreves, te presto alguno.
¡Magnífico relato! Estoy agregando link en mi blog, que espero visites.
ResponderEliminarGracias por tu comentario sobre el microrrelato. He añadido tu blog a mis links. Un saludo, amigo!
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